Los Castillos del desierto consisten en una serie de castillos y fortalezas menores diseminados por el desierto del este de Jordania. La mayoría de los castillos restantes están situados al este de la capital, Ammán. Los castillos se construyeron entre los siglos VII y VIII, aproximadamente entre 660 y 750, bajo los califas de la dinastía Umayyad, que habían hecho de Damasco su nueva capital (en 661).
La mayoría de los castillos se encuentran en las antiguas rutas comerciales hacia Medina y Kufa. Los castillos están en parte reconstruidos a partir de restos anteriores y en parte son construcciones nuevas. La función y el uso de los edificios aún no están del todo determinados, pero los estudiosos han sugerido que podrían haber servido a diversos fines defensivos, agrícolas y/o comerciales.